Paso 1: determina tu tipo de construcción
No todas las construcciones son iguales. Es importante partir por definir qué tipo de construcción será la que se impongan en tu proyecto, ya sea que vayas a construir desde cero o que busques remodelar.
¿Qué tipos de construcción existen y por qué es importante saberlo?
A pesar de que las casas y edificios forman parte de nuestro día a día, la mayoría de nosotros desconocemos cómo se construyen y por qué diferentes tipos de construcción influyen en la seguridad y diseño de cada proyecto.
Existen cinco tipos distintos de construcción. Cada tipo de construcción tiene que responder a normativas específicas, sobre todo en lo que se refiere a protección contra incendios y terremotos (estas normativas varían de país a país, pero son similares en todo el mundo). Esto tiene que ver con la fortaleza y durabilidad de la estructura y de los materiales utilizados.
Existen cinco tipos principales de construcción, reconocidos en la industria de la construcción global, que deben ser considerados al momento de diseñar, construir y remodelar un proyecto.
¿Cómo se determina el tipo de construcción? Hay varios factores a considerar. La finalidad del edificio, el tamaño, las restricciones de carga, la velocidad de construcción, los costos y los factores medioambientales son algunos de los aspectos clave que influyen en la elección de los materiales y el diseño de la estructura.
Por ejemplo, los edificios más grandes requerirán una construcción más pesada y resistente al fuego y terremotos. Además, las zonas costeras y sísmicas tendrán requisitos específicos para la elección de los materiales y el diseño del edificio. El costo también será un factor determinante en la elección de los materiales y la calidad de la mano de obra utilizada.
Además, al momento de planificar una construcción o remodelación, será indispensable que conozcas el tipo de construcción con la que vas a trabajar. Solo así podrás escoger los materiales de construcción que te aportarán protección, durabilidad y seguridad.
Construcciones tipo 1. Resistentes al fuego. Son las más resistentes al fuego y están hechas principalmente de hormigón y acero. Pueden soportar altas temperaturas durante horas y no son vulnerables al derrumbe, aunque su punto débil puede ser la corrosión en el acero y la falta de penetrabilidad en los tejados y ventanas. Este tipo de construcciones son frecuentes en construcciones, tanto comerciales, como residenciales, de gran altura.
Construcciones tipo 2. No combustibles. Su principal ventaja es su resistencia más alta al fuego; están hechas de hormigón ligero, metales y mampostería, aunque pueden contener algunos materiales combustibles. Cuentan con sólidos sistemas de extinción de incendios; pero son propensos a derrumbarse debido a los tipos de tejado que suelen incluir. Ejemplos de las construcciones tipo 2 son los centros comerciales y grandes almacenes modernos.
Construcciones tipo 3. Ordinarias. Suelen ser construcciones más viejas. Son más resistentes, pero tienen menor resistencia al fuego. También conocidos como estructuras de ladrillo y vigas, tienen paredes de ladrillo y techos de madera con protección contra incendios en el suelo. Aunque algunos de sus elementos interiores son combustibles, estos edificios pueden mantenerse en pie incluso si los pisos se derrumban, pero tienen áticos o espacios vacíos que permiten la rápida propagación del fuego.
Construcciones tipo 4. De madera pesada. Construidas con madera pesada, tienen paredes y tejados de madera maciza o laminada. Algunas pueden tener muros de carga no combustibles y drenan el agua rápidamente, lo que puede ayudar a los bomberos. Sin embargo, las conexiones metálicas fallan rápidamente en caso de incendio, y el riesgo de daños estructurales aumenta debido al clima y las termitas. Este tipo de construcciones suelen encontrarse en los proyectos creados antes de 1960.
Construcciones tipo 5. Marco de madera. Algunas de las viviendas modernas usan este tipo de construcción debido a su bajo costo y fácil montaje. Aunque son estructuralmente sólidas, no son resistentes al fuego y podrían derrumbarse rápidamente.
Paso 2: determina los materiales adecuados para tu tipo de construcción
El segundo paso tiene que ver con que te enfoques en cuatro factores principales al escoger tus materiales de construcción: durabilidad, resistencia, grado antisísmico y sin son inflamables o combustibles.
Paso 3: escoge materiales accesibles, eficientes y durables
Para las construcciones tipo 1, es adecuado que busques materiales como la placa colaborante, losa colaborante, vigas, distribuidoras de acero, tubería estructural, perfiles y planchas de acero. Estos materiales son resistentes al fuego y pueden soportar altas temperaturas durante mucho tiempo, lo que los hace ideales para la construcción de edificios de gran altura y estructuras comerciales.
Los materiales de construcción útiles para las construcciones tipo 2 incluyen la placa colaborante, la losa colaborante, las vigas y la tubería estructural, ya que estos son principalmente incombustibles y están elaborados a partir de hormigón ligero y metales.
Para la construcción tipo 3, el ladrillo y las vigas son los elementos principales, mientras que para el tipo 4, las grandes vigas de madera y las mallas electrosoldadas son útiles para mejorar la resistencia al fuego y para la conexión estructural, respectivamente. Esto último puede ayudarlas, también, a tener mayor resistencia a los sismos.
Finalmente, las construcciones tipo 5 utilizan principalmente materiales no inflamables como la malla para cerramiento y la plancha de acero. Un refuerzo liviano de malla en la capa exterior de hormigón que cubre la armadura principal, por ejemplo, aumenta la resistencia al fuego de la columna. Las grandes vigas de madera también pueden ser útiles para el mismo propósito.
Es importante tener en cuenta que los materiales utilizados en la construcción deben cumplir con los códigos de construcción y las normas de seguridad aplicables para garantizar la seguridad y la protección contra sismos e incendios.
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